Literalmente “torre de lágrimas”, está cerca del mausoleo de Sidi Ben Achir. Llamado también Scala Al Qadima, Bory al Caïd, Bory al Hassani, es un antiguo bastión que controlaba la desembocadura del Buregreg. Elevado en el lugar de una antigua fortificación, fue restaurado por A. Fennich, quien reutilizó las piedras de la Qasba Gnaua que acababa de derribar, de ahí el nombre Borj Addoumúë. El edificio fue renovado por segunda vez en 1759 por Sidi Mohamed Ben Abdalah y equipado con cañones de bronce importados de Turquía. Fue objeto de una restauración posterior bajo el reinado de Hassan I. Las arcadas y estructuras que soportaban el edificio servían como depósitos de municiones.